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¿La novedad? Si bien es cierto que ya existían sistemas eléctricos que permitían a los sacerdores programar las campanas para que sonasen en horas determinadas, ahora y gracias a esta aplicación, basta con que saquen su iPhone, carguen la aplicación y empiecen a hacer sonar las campanas.
La historia se dio por partes y es esta: Los hermanos Luca y Giacomo Rugabotti, jóvenes restauradores de campanas que heredaron este oficio de su padre, fueron quiénes se idearon esta solución tecnológica. Como no tienen conocimiento informático, buscaron a un experto en el área y encontraron a Giorgo Campiotti, el padre del sistema.
Campiotti desarrolló un programa que permite a los sacerdotes operar las campanas de la iglesia a distancia. La aplicación, además, permite hacer diferentes combinaciones donde los sacerdotes eligen cómo quieren que suenen las campanas: Las distintas tonalidades ya están listas, así que basta con ir a la biblioteca de sonidos y elegir el que se desea, darle al play y comenzará la melodía.
Este sistema facilitará la vida de los sacerdotes, que en algunas poblaciones italianas tienen que manejar varias iglesias al mismo tiempo… ¿Se imaginan subir a dos o tres campanarios, de iglesias distintas y distantes, para hacer sonar las campanas a una hora específica? Los tiempos cambian y esta útil aplicación les ofrecerá a los religiosos practicidad, mayor tiempo libre y hasta quizá unos kilitos de más al no tener que subir y bajar los campanarios. Enhorabuena.