Sin embargo, para todo existe una solución, y en este caso se originó en el pueblo de Morgenröthe-Rautenkranz, donde hace un año y medio les cortaron las luces nocturnas a los 900 habitantes dándoles la opción de prenderlas con sus móviles. Los abuelos estaban un poco preocupados de no poder manejar esta nueva tecnología pero después de 2 semanas de prueba y un poco de práctica, el sistema funcionó bárbaro y las luces sólo se prendían cuando era necesario, ahorrando unos 4000 euros por año (no es poco pensando en la cantidad de habitantes).
En el pueblo de Döblitz, un residente realizó un invento similar: puso un número modificado de un celular en la caja eléctrica de las luces y los ciudadanos podían llamar a el mismo para prenderlas. 15 minutos después, estas se apagaban automáticamente.
El último ejemplo llega de Dörentrup donde otro residente creó un sistema donde los habitantes se tienen que registrar y enviar por SMS un número de 6 dígitos para identificar el área que quieren iluminar. Para saber el número de area lo tienen que buscar en un sitio online o escrito en los propios postes de luz.
Este último sistema fue patentado y se convirtió en una aplicación llamada Dial4Light. Ahora, otras comunidades están adoptando este sistema pero algunas hasta cobran a los habitantes si quieren prender las luces de una zona, ya sea sólo la llamada o hasta 3.5 euros por 60 minutos de luz.
Vía: MobileBurn