
La cuestión es que la semana próxima los distribuidores recibirían indicaciones para tener de inmediato en sus puntos de venta el Samsung Galaxy S III blanco, pero nada se sabe sobre cuándo estará disponible el azul, conocido como Pebble Blue, que se prometió lanzar en paralelo.
Se dice que el equipo estaría en algunos mercados a principios de junio, pero nada es seguro, pues los problemas podrían ser serios: unos 600.000 ejemplares de cubierta posterior del equipo en color azul habrían salido mal y tendrían que ser destruidas, cosa que nos lleva a preguntarnos si es que Samsung está teniendo especial cuidado con cada detalle de su móvil del momento o si, por el contrario, el error ha sido tan inmenso que ha sido inevitable desechar las cubiertas.
Al final, de cara al público, la existencia de una versión azul será novedad salga cuando salga. Lo que es difícil saber es cuántas personas realmente se sentirán mal por esto considerando que, si tanto se quiere un Galaxy S III, basta con comprarlo en otro color. Al final, la mayoría de las personas le pondrá un forro de silicona de algún color chillón y acabará olvidando cómo era originalmente.