Había gato encerrado que diría alguno, si entendemos que por un precio inferior a la competencia tenemos un dispositivo con capacidad de personalización, sistema operativo Android (interfaz Sense), y buenas especificaciones técnicas. El gato en esta ocasión es la pantalla, ya que la empresa taiwanesa ha decidido usar la tecnología resistiva en su HTC Tattoo.
El esfuerzo de sacar al mercado un terminal de estas características es grande, y la decisión de dejar en el camino una pantalla capacitiva, más adecuada para el sistema operativo Android, es la que ha originado opiniones negativas entre los usuarios.
Si escuchamos el razonamiento de HTC, entendemos que después de muchas pruebas con la tecnología capacitiva en una pantalla de reducido tamaño, 2.8 pulgadas (QVGA), los resultados no eran lo suficientemente prácticos, perdiendo mucha precisión en nuestras acciones. Ésta y el abaratamiento del conjunto son las razones por las que HTC decidió colocar una pantalla de tipo resistivo, y por tecnología, sin capacidades multitáctiles.
La reflexión que tenemos que hacer es si este cambio supone que la experiencia de usuario esté por debajo de lo que cabe esperar en Android, recordemos que originalmente no está diseñado para utilizar pantallas resistivas, ni punteros ópticos en sus terminales, ya que Google ha desarrollado un sistema claramente capacitivo.
Sinceramente pienso que si HTC se quiere hacer con el mercado de terminales de entrada Android, siempre teniendo en cuenta que no hemos probado el teléfono, no creo que crear un escalón inferior en experiencia de usuario sea la solución. Me parece más interesante intentar la opción de abaratar equipos existentes en el mercado como Magic o Dream.