El gigante coreano se dividirá en un grupo de consumo, encargado de la elaboración final de productos con el logo de la compañía (como electrodomésticos y teléfonos móviles), y en un segundo grupo enteramente encargado de la elaboración de partes individuales (como memorias y paneles).
La estrategia adoptada pretende minimizar la competencia interna, que hasta ahora únicamente ha causado que divisiones de la misma compañía compitiesen entre si en la fabricación de productos para terceros que además interfieren con el flujo de ventas de las propuestas del mismo Samsung.