Hay un par de detalles importantes. A saber, la salida de los auriculares. No todos los móviles traen clavijas jack de 3,5 mm pero deberíamos fijarnos en esto porque es lo que permite que utilicemos nuestros auriculares favoritos y no los que ofrece el mismo móvil. Además, la tecnología Bluetooth es preferible que sea estéreo (A2DP y AVRCP) para poder usar auriculares o altavoces inalámbricos y para poder controlar el reproductor desde el accesorio Bluetooth, en caso de que lo tengamos.
Por otro lado no hay que olvidarse del rendimiento de la batería (debería rendir mínimo 12 horas), la conectividad USB 2.0 para transferencias mucho más rápidas, altavoces con una calidad de sonido decente (hay que buscar que sean estéreo), teclas dedicadas a la música exclusivamente (lo hacen todo más rápido), y una capacidad de almacenamiento acorde a nuestra pasión por la música (la ranura para expandirla es casi siempre necesaria).
Y por último, pero no menos importante, tenemos el reproductor mismo: debe ser fácil de usar, intuitivo y debe contar con soporte para varios tipos de archivos (no solo MP3). Debe permitir la organización de álbumes, tipos de artistas, géneros musicales o listas personales y lo mejor es que cuente con un ecualizador y que brinde información sobre la canción que estamos escuchando.
Bueno, detalles más detalles menos, eso deberíamos tener en cuenta a la hora de comprar nuestro próximo móvil-cámara-reproductor de música. ¿Algo para agregar?
Vía: Phone Arena