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6/2/12

Ghost Trick: Phantom Detective. A fondo

Algunos se empeñan en decir que no hay lugar para la sorpresa en el mundo de los videojuegos, que ya está todo inventado y difícilmente hay un juego que no se parezca mínimamente a otro, pese a estar en cierta parte de acuerdo con lo segundo, me niego a pensar que lo primero puede llegar algún día a ser veraz. No sólo por cuestiones técnicas, sino también porque la imaginación humana puede ser increíble.

Ghost Trick: Phantom Detective me demostró eso mismo no hace mucho, justo cuando todos empezábamos a soñar con la llegada de una nueva generación que nos sacase de esa espiral de secuelas de acción que se han adueñado de las estanterías de las tiendas que frecuentamos. Un título atractivo, original, largo y bien hecho, que ahora llega a iOS tras triunfar en Nintendo DS.

Golpe de remo para mí en esa última frase. Ghost Trick: Phantom Detective salió poco después en la AppStore japonesa de Apple, publicado también por Capcom, pero no ha sido hasta ahora cuando el detective fantasma se ha dignado a aparecer por aquí.

Estamos ante el mismo juego que por aquél entonces, con sus virtudes y sus defectos. Esas últimas no por el juego en sí, sino por su paso a iPhone, iPod y iPad, que podría haber sido mucho mejor en cuanto a calidad gráfica. Empecé a temblar cuando vi el primer vídeo, completamente pixelado, como si le hubiésemos dado al botón 2x en una aplicación no universal.

Fue en espejismo que no se muestra en los gráficos del juego, de un diseño píxel alucinante, con unas animaciones que cobran vida propia tanto en el transcurso de la acción como en los vídeos introductorios. Sí que lo veremos en algunos títulos que aparecen en pantalla, ahí y en una horrible barra lateral, tipo skycrapper, que se encuentra en el lado izquierdo de la pantalla. Puesta ahí a conciencia para no tener que reescalar los escenarios tras el cambio de pulgadas respecto a la pantalla de la portátil de Nintendo.

Ese detalle puede pasarse por alto, pero no con esa resolución tan pésima, y mucho menos después de un año con un juego que ya estaba perfectamente desarrollado y localizado.

Pese a eso, ese nimio pero horrible detalle, el juego se ve espectacularmente bien, de eso que no le quepa a nadie la menor duda. De hecho es uno de los juegos con mejores gráficos de esta generación, al menos en lo que a vida y aspecto pixelado se refiere.

Las mecánicas del juego son simples pero efectivas, presentándonos una historia en la que, por medio de diferentes puzles y pruebas de ensayo y error, deberemos salvar la vida a algunas personas. Lo haremos siendo un muerto con la capacidad de poseer los objetos, y la cosa funciona más o menos así:

Cerca de nosotros se produce una muerte, nuestro espíritu, que tiene poderes, posee ese cuerpo haciendo retroceder el tiempo cuatro minutos. Tras la pertinente escena de un reloj, que ejemplifica los gráficos que comentaba antes, volvemos al pasado y, desde ahí, debemos evitar la muerte de la persona. Haciendo un ruido que haga fallar al asesino o directamente soltándole una bola de hormigón encima que lo deje planchado en el suelo.

La variedad de escenarios y situaciones hará que nunca nos aburramos de sus mecánicas. De hecho, aunque no nos guste un nivel en especial porque el carisma de los personajes no sea el adecuado (dudo que eso os llegue a pasar), continuaremos con el juego sólo por conocer qué le depara la historia a los protagonistas.

Estamos ante un título imprescindible, que nos permite disfrutar de sus dos primeros niveles de forma gratuita (cerca de una hora de duración), pero para jugar los restantes habrá que pasar por caja. Sobra decir que me parece una de las mejores compras que se puede hacer hoy en día en la AppStore. No os digo que lo compréis, allá cada uno con sus prioridades jugables, pero si os pido que lo probéis. Desconozco si lo acabaréis comprando, pero sé con certeza que volveréis a creer en el futuro del videojuego como medio para contar historias.

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