Sólo funciona con iPhone 2G y 3G (no 3GS ni iPhone 4), así que para probarlo tendrás que conseguir un equipo más antiguo. La gracia de Bootlace es que no requiere que conectes el móvil al PC, sino que puedes hacerlo directamente en el equipo siguiendo estas instrucciones.
Así, irónicamente puedes tener un iPhone que pueda correr Froyo, mientras los equipos Android que tenemos en el mercado recién están pasando a la versión 2.1.