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En todo caso, de ser real, el calificativo de tope de gama le vendría bien aplicado, ya que además de tener como sistema operativo la última versión de Android, 2.3 Gingerbread, estaría impulsado por el procesador más rápido de los que corren actualmente en telefonía móvil, un ARM a 1,2 GHz.
Pero, al menos a primera vista, lo más llamativo sería su amplia pantalla SuperAMOLED de 4,5 pulgadas y resolución WGA. Contaría con todo tipo de conectividades en sus últimas versiones (WiFi n, Bluetooth 3.0, GPS y DLNA) y en sus 16 gigas de memoria interna ampliable podríamos grabar un buen número de vídeos y reproducirlos en FullHD. Este nuevo smartphone de Samsung sería presentado el próximo año con motivo de la celebración en Barcelona del Mobile World Congress.