El Nokia Lumia 820 viene de serie con una carcasa trasera acabada en mate/brillo que abraza el frontal levemente. Es la opción más económica y, quizás por ello, la que se integra en el pack de venta oficial. Los colores disponibles son blanco, amarillo, cyan, púrpura y rojo si optamos por acabado brillante (glossy) o negro y gris si optamos por el mate.
La opción más llamativa es la carcasa que permite la carga inductiva gracias al cargador que también se vende de forma independiente o al altavoz JBL que soporta esta tecnología. El acabado en este caso es siempre mate y con la misma variedad de colores que en la de serie a excepción del púrpura y el gris.
Pero existe una tercera opción menos comentada, la carcasa rugosa para amortiguar los posibles golpes que le demos a nuestro Nokia Lumia 820. Con tres acabados mate (verde, naranja y amarillo) y un sobreborde algo superior para proteger la pantalla al agarrarse al frontal para encajar.
Recordemos que los precios que se barajan para tener carga inalámbrica en los Lumia 820 rozan los noventa euros, a saber: unos 25€ de la carcasa inductiva y unos 65€ de la base inalámbrica más económica. Un precio de salida más elevado que los que en su día ofreció Palm con su Touchstone incluso, pero con algunos años de diferencia en el tiempo. ¿una táctica para optar directamente por un Nokia Lumia 920?
