Como podemos ver, Jelly Bean está en el 5.9 % de los dispositivos con el sistema operativo de Google, lo cual supone una mejora bestial con respecto a su última cifra, un 2.7 %, más aún si tenemos en cuenta que los dispositivos Nexus ya corren Android 4.2 y se salen de esa categoría de la tabla, ocupando un 0.8 %. Sin embargo, no dejan de ser porcentajes muy bajos con respecto a lo que muchos ya llaman “Android XP”. Y es que Gingerbread, un sistema operativo con dos años de antiguedad, es el que corren más de la mitad de los dispositivos.
Además, Ice Cream Sandwich está presente en el 27.5 % de los dispositivos, 1.7 puntos más que en los últimos datos, lo cual indica que al menos uno de cada tres dispositivos Android corre una versión relativamente reciente del sistema operativo… y que los otros dos restantes tienen una versión bastante antigua y que impide a los desarrolladores usar las ventajas de las nuevas funciones de Android para todo el mundo. Esto es debido a varios factores: teléfonos antiguos a cuyos fabricantes no les sale rentable actualizar o que directamente no pueden con las nuevas versiones de Android, y que siguen saliendo teléfonos nuevos de gama baja con Gingerbread.
La solución a la fragmentación no es fácil: Google tiene que conseguir vender dispositivos nuevos y “jubilar” los antiguos, y forzar a los fabricantes a mantener actualizados los dispositivos. Y aunque lo hagan, es algo que costará tiempo, ya que la mayoría de usuarios que siguen utilizando Gingerbread o bien están contentos con su teléfono o no pueden permitirse comprar uno nuevo. Esto se demuestra muy fácilmente: Mientras Ice Cream Sandwich y Jelly Bean crecen, Gingerbread se mantiene relativamente estable.
