La patente es una de las claves armamentísticas de Apple, es la que define un método para determinar un comando mediante heurísticas en un dispositivo con pantalla táctil. En resumen: es la patente de los gestos multitáctiles de Apple, tan recurrida para demandar sobre el gesto del pellizco para acercar o alejar el contenido en la pantalla.
Esta patente fue usada en la demanda más famosa contra Samsung, la del billón de dólares (sí, 1000 millones de dólares), así como contra Motorola, aunque el juez Posner, que llevaba el caso, invalidó la mayor parte de la patente para ese caso y sólo encontró que Motorola tenía unas infracciones menores, contrario al caso de Samsung, que lo llevaba un jurado popular que no tuvo en cuenta el arte previo siquiera y la juez Koh.
Claramente es una situación donde Apple sale perdiendo, pero no es la primera vez, de hecho en octubre recibió otro golpe invalidando 20 patentes suyas, aunque de poco sirvió, teniendo en cuenta que fue varios meses después de que el jurado declarase a Samsung culpable. La parte interesante viene cuando enlazamos esto con lo que está sucediendo en la corte durante esta época, que es la escucha de alegatos para la apelación de Samsung frente a esa condena con juicio fechado para 2014.
Sin embargo, aunque parezca que la balanza se está inclinando para el lado de Samsung, cabe recordar que no es más que una sentencia preliminar, por lo que Apple podría conservar la patente igualmente, aunque Motorola, Google y demás empresas estén observando con detenimiento estos días y ver lo que pasa en la corte.
Lo que está claro es que, sea de quien sea la patente (para mi debería convertirse en una FRAND - una patente que tiene que ser licenciada con términos asequibles para la otra compañía), es uno de los conceptos que conforman la clave de cómo concebimos el uso de los dispositivos con una pantalla táctil, el uso con varios dedos.
