La mayoría de ellos son modelos bastante grandes, de tipo clamshell, y cargados de funcionalidades, desde recepción de televisión hasta juegos que hacen palidecer a algunas consolas portátiles. Pero esto también implica que es un mercado algo saturado, en el que cada día es más difícil vender nuevos modelos.
Es por ello que se quiere expandir este mercado fuera de Japón. Un acuerdo de colaboración entre el gobierno, fabricantes y operadoras quiere impulsar la exportación de la tecnología a otros mercados. La primera de ellas sería el pago a través del móvil, implantado allí de forma muy extendida.
Es habitual en Japón el pago mediante el móvil del transporte, de la máquinas de bebidas,... sobretodo debido a la escasa implantación de las tarjetas de crédito. Probablemente, intentar exportar este modelo fuera de Japón sea algo complicado, por las peculiaridades de cada país, pero quien sabe si pronto podremos ver por aquí esos modelos de teléfono por los que muchos suspiran.
Vía: MobileCrunch