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Fue la hija de Donald quien sufrió el percance al estar escribiendo un SMS -y que esperamos de forma sincera no haya sido esta señorita-, soltando de forma accidental el móvil, transformando su recubrimiento de vidrio en añicos.
El tema no es nuevo, sin ir más lejos lo cubrimos por allá por Octubre, y ya se lo conoce como ‘Glassgate’ en referencia al famoso ‘Antennagate’. En ese entonces un estudio hablaba de un 82% más pantallas quebradas que en versiones anteriores del teléfono y que al menos un 15% de los que adquirían un iPhone 4 sufrían una rotura de algún vidrio dentro del primer año de uso.
Especulaciones más, especulaciones menos, lo cierto es que la demanda de Donald LeBuhn plantea que “Apple ha fallado en advertir y continúa vendiendo el producto sin advertencia alguna sobre lo defectuoso de la cubierta de vidrio”.
¿Qué es lo que busca específicamente con la demanda? Básicamente que Apple reembolse todo el dinero que los clientes han pagado por los reemplazos y por las reparaciones de los vidrios quebrados.