La idea se mantiene año tras año y al fin y al cabo el Caterpillar B15 es una evolución sobre el anterior B10. Hablamos de un teléfono todoterreno con certificaciones de protección (IP67 frente a polvo y agua, la misma que tiene el Xperia Z) y una carcasa que promete aguantar fuertes golpes. La pantalla, posiblemente el componente más frágil de un teléfono actual, dispone de Gorilla Glass (tampoco es que sea la panacea, pero mejor que nada), aunque CAT también hay introducido ciertas mejoras con finalidad protectora como mejores materiales en las esquinas y en la carcasa trasera.
El resto de características nos hacen posicionar al Caterpillar B15 como un teléfono de gama media. La pantalla sube a las 4 pulgadas y 800×480 píxeles de resolución, con un procesador MediaTek de doble núcleo a 1 GHz., 1 GB de memoria RAM y 4 GB internos ampliables mediante microSD. Como era de esperar el sistema escogido es Android 4.1 ‘Jelly Bean’, una notable mejora respecto del Gingerbread que Caterpillar utilizó en el B10.
Un teléfono que no pretende tener ventas masivas, por supuesto. Está pensado para ciertos trabajos extremos en donde se necesita tecnología, pero también se requiere que ésta esté altamente protegida respecto a posibles contratiempos. Caterpillar B15 se pondrá a la venta en Europa a lo largo del mes de marzo por unos 329 euros.
