Una vez más, recordemos: Google sacó el smartphone con un precio de 299€, muy barato teniendo en cuenta todo lo que lleva y la calidad que posee el smartphone. Obviamente había truco: Google lo usa como un mero medio de transmisión de publicidad (sí, a Google le beneficia que la mayoría de las apps de Play sean gratis con anuncios, sin importar la calidad de las mismas).
¿Y qué sacaba LG de esto? Muy poca cosa, realmente: es un dispositivo que no pueden personalizar, sobre el que no tienen control directo, sobre el que no ganan tanto en hardware y, encima, su logo sólo está en la parte trasera del teléfono, es por esto que se ha creado el problema con The Phone House (para quien no lo sepa, es una distribuidora española de teléfonos móviles que trabaja con varias operadoras al mismo tiempo). Está claro que LG también tenía cosas por ganar sacando este teléfono (si no, no lo hubieran hecho), pero en este caso destaco las negativas por ser las causas.
LG, al no sacar mucho de provecho, ha decidido vender el smartphone a 599€, un precio que hace imposible competir con el precio de Google desde su Play Store, por ello The Phone House ha decidido no vender el terminal, al no poder tener ninguna oportunidad de ser competitivos.
Pero esto no es sólo en España, en Italia y Austria el movimiento es muy parecido, aunque no es exactamente en el mismo caso de Italia, ya que Google no ha declarado tener planes para venderlo directamente allí, por lo que distribuidores locales aún tienen una oportunidad para hacerlo a un precio competitivo, dentro de lo que cabe.
