Por medio de un estudio integrado por 32 personas, Microsoft Research identificó y utilizó patrones de uso que podrían reflejar el estado de ánimo o humor de una persona, como su historial de comunicaciones (número de llamadas. Mensajes y correos electrónicos) y la frecuencia en el uso de ciertas aplicaciones categorizadas. El primer resultado, según se indica en el documento, acertó su pronóstico en un 66%, número que fue creciendo gradualmente hasta convertirse en un 93% tras dos meses de pruebas.
Desde luego que los de Redmond están conscientes de que no todo el estado de ánimo de una persona puede ser “captado” o “medido” de acuerdo a sus hábitos con un smartphone, pero eso no evita que conciban a MoodScope como una herramienta útil para interactuar con los demás.
“Los usuarios podrán saber con mayor exactitud cuándo y en qué tono dirigirse a una persona. Por ejemplo, los padres con un hijo de mal humor pueden llamarlo para tratar de animarlo. O cuando manden un mensaje de texto a su jefe que está enojado pueden ser cuidadosos sobre cómo utilizan sus palabras. Un sensor de humor le puede permitir a los usuarios comunicarse de manera más cercana de la misma forma en la que lo hacen en la vida real”.
Asimismo, el texto sugiere que este tipo de tecnología puede ser usada por las compañías proveedores de servicios para ajustarse a las necesidades del cliente de acuerdo a su humor. Por ejemplo, los servicios de streaming de video y música como Netflix y Spotify, respectivamente, pueden hacer sugerencias de contenido con base a lo que el usuario sienta.
Cabe señalar que el diseño del MoodScope aún se encuentra en una etapa muy temprana de desarrollo, así que si realmente están desesperados por compartir sus sentimientos en las redes sociales, tal vez tengan que esperar un poco más.
