Las razones según este estudio se centran sobre todo en el interés de los desarrolladores, muy interesados por los grandes cambios en la nueva versión del sistema operativo móvil de Apple.
En el caso de la beta de iOS 7, el 0,28% de usuarios de iPad lo hicieron con esa versión, mientras que en el caso del iPhone el porcentaje fue del 0,77%.
Con los mismos días de beta de iOS 6 disponible, los datos de Onswipe revelan que tan solo el 0,19% de iPads y el 0,38% de usuarios de iPhone habían instalado aquella versión preliminar. En total, la beta de iOS 7 está instalado en un 0,46% según ese estudio, mientras que la beta de iOS 6 estaba presente en un 0,25% de dispositivos a esas mismas alturas.
Obviamente los cambios radicales en la interfaz han generado un mayor interés que los que se produjeron en iOS 6, una edición mucho más conservadora. Veremos qué ocurre con la adopción de iOS 7 cuando la versión definitiva aparezca este otoño.
