En Instagram no se han complicado demasiado la vida y han mantenido una misma interfaz, desde la cual será posible escoger si se quiere tomar una foto o grabar un vídeo. A la hora de grabar, el funcionamiento es prácticamente idéntico al de Vine: se pulsa el botón para activar la cámara, se suelta para dejar de grabar. Sencillo, pero eficaz.
Como hablamos de Instagram, tenemos que hablar de filtros. Para su nuevo modo de vídeo, la aplicación ha creado 13 nuevos filtros. Y sí, todos ellos son nuevos. Systrom ha explicado que no tenía sentido adaptar los filtros fotográficos, así que optaron por crear varios desde cero.
Y atención porque, como principal novedad respecto a las alternativas, también han incluido Cinema, un estabilizador de vídeo que en los vídeos de demostración al menos funcionaba bastante bien. Eso sí, esta característica sólo funcionará en iPhone 4S e iPhone 5.
Los vídeos podrán durar hasta un máximo de 15 segundos, no se reproducirán en bucle y el autor de cada uno podrá decidir qué imagen se muestra como previsualización. Como era de esperar, se mostrarán en el feed del usuario mezclados con el resto de sus fotos, tanto en la app móvil como en la versión web.
El vídeo llega a Instagram después de años de rumores y seguramente no sea casualidad que en muchos aspectos se parezca a Vine, la alternativa en vídeos perteneciente a Twitter. Vine está en un gran momento de forma, con cada vez más usuarios compartiendo sus clips en Twitter. ¿Logrará Instagram quitarle algo de protagonismo?
